sábado, 19 de febrero de 2011

Una colaboración

Algunos de los seguidores de este blog: Juan González Ruiz, Ángel Llano Díaz, Jaime Vierna García y Vicente González Rucandio

Juan González Ruiz ha colgado un comentario en la entrada dedicada a Deogracias Mariano Lastra que creo merece un lugar más adecuado, así que aquí va:

Delito también el de quienes, en nuestro tiempo, condenan al olvido a personas tan valiosas, por su obra y su conducta, como el arquitecto Deogracias Mariano Lastra.
Gracias a tí, Fernando, o a Mario Crespo, podemos pensar en la recuperación de su memoria y, sobre todo, en la conservación de lo que nos queda de su obra. Por ejemplo, el Grupo Escolar de Los Corrales de Buelna, del que puede leerse en el reciente libro Viaje Apasionado por las escuelas de Cantabria (Juan González Ruiz, Ediciones Estudio 2010):



"No deja de ser cuando menos curioso que a las espaldas mismas de la imagen de San Juan Bautista de La Salle se pueda ver, en un vergonzoso estado de abandono, el inmueble de magnífica y funcional traza racionalista que en plena República, en el año 1935, se construyera sobre planos del arquitecto don Deogracias Mariano Lastra para albergar las escuelas graduadas públicas. Al viajero, irritado a la vez que curioso, le cuesta reconocer en tan lastimoso edificio el centro que, a raíz de su puesta en funcionamiento, amén de ser sede de una modélica Asociación de Amigos del Niño y de la Educación Popular, fuera objeto de la siguiente descripción:


Como despertando de una pesadilla, vimos a la población infantil salir de su reclusión en lugares lóbregos, pequeños y de atmósfera viciada, para gozar de la amplitud y luminosidad de las nuevas clases.
Planeado el edificio por el arquitecto don Mariano Lastra, y construido por don Pedro Ceballos y don Lino Sainz, se trata de un magnífico proyecto: aulas espaciosas, de cuatro metros de altura; grandes ventanales, que contienen novecientos cristales; suelo de piso continuo, sin puntas y con los ángulos redondeados, para evitar todo depósito de suciedad, y, en los corredores, surtidores de agua potable que se abren a presión, sustituyendo a los anticuados grifos corrientes, fáciles contaminadores de enfermedades. Duchas, lavabos, inodoros y cuartos roperos completan la instalación eléctrica.
La planta baja, aplicada a los cuatro grados femeninos, tiene comedor y cocina destinados a la enseñanza y a Cantina escolar […]
El piso alto, dedicado a los cuatro grados de niños, tiene un salón de biblioteca y lectura […]. Se proyecta, además, crear un taller de modelado y otro de carpintería […]
Detalles todos que son el exponente de la nueva cultura. (Boletín de Educación de la Inspección de Enseñanza de Santander, num. 14-15-16, 1936, p. 58).

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